Por Diego Karnoubi
Días, varios días, muertes, cientos de muertes, miles de vivos y unos pocos despiertos, diezmil palabras que apenas se escuchan y tantas otras que no sé si logro entender... y tu camino, el camino que yo sigo sin cuestiones; y tus ojos hermosos que a veces creo no ser capaz de percibir. Tanta confusión que es mía en esta escala de valores, pero por suerte existe gente de colores, gente luminosa que habla a los gritos, que no teme más de lo debido. Por suerte también estás vos. Afortunadamente vos, y yo solamente te miro.